viernes, 25 de julio de 2014

EL INICIO Breve Historia

Nelly Hurtado, era una joven de Cojutepeque, que a raíz del conflicto, desde finales de 1979, se fue a Brasil, donde su hermano mayor. Ahí, alejada de las balas, y de todo aquello que mantenía en zozobra a los salvadoreños, comenzó a hacer una nueva vida. Diez años después, corría el año de 1989 ella tenía una agenda bien organizada, dándole prioridad a su vida espiritual, por lo que pertenecía a un Grupo Mariano de oración, llamado Nuestra Señora de La Paz y se reunían todos los días en el bosque Juan Pablo II, ahí rezaban el Santo Rosario, pidiendo por la paz del mundo, y especialmente la de su amado país El Salvador.
    Una noche, la Virgen de Fátima en un sueño se le reveló, y le encomendó que regresara a El Salvador, porque tenía una misión muy importante que cumplir, Nelly en ese momento no le dio importancia, los sueños se fueron haciendo más frecuentes, hasta llegar a repetirse diariamente por un período de unos seis meses.
    Un buen día, al encontrase con una tía le comento sobre los sueños, la tía le narro la historia de su nacimiento, por complicaciones durante el parto su madre estuvo a punto de morir, y un hermano de su mamá que era muy devoto a la Virgen de Fátima, la tomó en sus brazos y la llevó al Cerro de las Pavas; allí frente a la imagen y con inmenso fervor, le consagró la vida de aquella neonata a la Santísima Virgen, si Ella intercedía para que su madre sanara.
    La madre recuperó la salud, y al poco tiempo aquella consagración quedó en el olvido, aun el tío del ofrecimiento, se olvidó del tema, pero para la Virgencita el asunto no estaba finiquitado, al contrario, tomo aquel corazoncito y comenzó a guiarlo. Nelly a los nueve años, rezaba el Santo Rosario todos los días, era devota de Nuestra Señora de Fátima y visitaba el cerro constantemente.
    El relato de la tía le hizo reflexionar y dilucidar los sueños, porqué la Virgen le confiaría a Ella una misión en aquel lugar donde fue consagrada al Corazón Inmaculado de María. Así el 8 de diciembre de 1989, día de la Inmaculada Concepción de María, tuvo una visión de la Virgen en su casa  y le urgió a regresara a El Salvador, para cumplir aquella misión en el Cerro de las Pavas. Le dijo que Ella necesitaba que sus devotos volvieran a visitarla ya que desde que comenzó el conflicto (El conflicto armado duró más de 10 años, y  la gruta fue abandonada;  en el cerro había un puesto de vigilancia militar, para resguardar al pueblo de Cojutepeque y evitar así que la guerrilla se tomara el lugar), la habían abandonado por completo.
    Aun con esta visita de la Virgen, a Nelly le tomo algún tiempo decidir volver a su país, el temor al salir de Brasil era comenzar una nueva vida y dejar atrás a su novio, su trabajo y su grupo de oración, con quienes oraba y rezaban el Rosario cada día.
    El 8 de diciembre de 1990, se reunió como de costumbre con su grupo de oración en el bosque Juan Pablo II, uno de sus compañeros había llevado una cámara fotográfica, y cuando vio a Nelly orando de rodillas, con un impermeable sobre sus hombros para protegerse del frío y del agua, le tomó una foto de espaldas, grande fue su sorpresa al revelar las fotos, sobre el impermeable tenía estampada la imagen de La Virgen de Fátima. Esto conmovió a Nelly, y decidió regresar a El Salvador, y ponerse a entera disposición de nuestra Madre.
    El 30 de Diciembre de 1990, regresó a nuestro país, lo primero fue subir al cerro, comprobando así que el Santuario estaba completamente abandonado, no subían ni las personas  que vivían en las faldas del cerro, tenían miedo porque el lugar estaba minado, los soldados le advirtieron que si ella subía al Santuario, era bajo su propia responsabilidad. 
Cuenta Nelly que muchas veces escucharon ráfagas de disparos o el estallido de bombas, mientras ella con otras personas que ocasionalmente la acompañaban, rezaban el Santo Rosario y oraban, sin embargo nunca sintieron miedo, tenían la protección de su Santísima Madre en aquel lugar.   


Y así la Virgen habló a sus hijos en el Cerro de Las Pavas por medio de su hija Nelly, quien desde entonces es la vidente que tiene la misión de transmitir los Mensajes de la Virgen del Rosario de Fátima en el Cerro de Las Pavas.

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